La leche y los productos lácteos deben incluir su origen en la etiqueta
Hasta hace poco, solo algunos alimentos estaban obligados a indicar su origen como el vino, aceite y miel entre otros. En el caso del resto de los alimentos, era voluntario indicar el lugar de procedencia en el etiquetado.
Desde el 22 de enero de 2019, entra en vigor el Real Decreto 1181/2018 aprobado hace unos meses por el Consejo de Ministros según el cual los fabricantes de leche y productos lácteos deben informar a los consumidores acerca del origen de la leche que utilizan como ingrediente para su elaboración.
¿En qué consiste esta nueva normativa?
Esta nueva normativa se aplica a la leche de vaca, cabra y oveja, así como a cualquier otro producto que contenga más de 50 % de leche como ingrediente (leche, nata, mantequillas, quesos, yogures, leches fermentadas…). En ambos casos, se debe indicar el país de ordeño y el país de transformación.
La única excepción a esta norma serán los productos amparados bajo una denominación de origen. Ahora bien, la indicación del lugar de procedencia en estos productos es voluntaria, ya que se sobreentiende que este ya se contempla en el etiquetado.
De normas como ésta se deriva la importancia de la trazabilida en cualquier actividad y más en un ambito tan importante como la alimentación.